El Granada es un equipo al que no le sobra nada. Pelea honestamente contra su falta de gol y de banquillo. Está expuesto a que cualquier imponderable arruine su trabajo. Undiano Mallenco, el árbitro, se encargó de minar sus posibilidades en el estreno de 2013. El equipo de Anquela supo hacer frente a un Valencia muy ofensivo que apuró con descaro sus opciones pese a tener que remontar un gol. Piatti, el mejor, resolvió el entuerto a poco del final.
@FERCASTROMORA24
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