jueves, 13 de diciembre de 2012

CELTA REAL MADRID

Un gol de Cristiano en la recta final del partido rescató las opciones del Real Madrid de superar una eliminatoria que el Celta había logrado poner muy de cara. Tras un primer tiempo nulo, los gallegos tomaron una renta de dos goles que Cristiano acortó al final de un partido que, pese a todo, supondrá una preocupación extra para el Real Madrid en 2013. Como si los blancos tuvieran pocas.

CLAVES


  • Una defensa improvisada. La zaga del Madrid fue la línea que más cambios registró. Y, una vez más, a los blancos les faltó la consistencia atrás de la que hicieron gala el año pasado.
  • La inteligencia de Herrera. Dejó a Oubiña solo en el medio y trató de ganar superioridad por detrás de los pivotes blancos. Funcionó lo suficiente como para cobrar dos goles de renta.
  • Siempre Cristiano. El portugués volvió a rescatar al Madrid con un gol que cambia radicalmente el panorama de la eliminatoria. Se estrelló con Sergio pero no de desanimó. Y obtuvo recompensa.
Un gol de Cristiano en la recta final del partido rescató las opciones del Real Madrid de superar una eliminatoria que el Celta había logrado poner muy de cara. Tras un primer tiempo nulo, los gallegos tomaron una renta de dos goles que Cristiano acortó al final de un partido que, pese a todo, supondrá una preocupación extra para el Real Madrid en 2013. Como si los blancos tuvieran pocas.
La Copa estuvo a punto de suponerle otro corte de digestión al Madrid. Con evidentes problemas en Liga, el torneo del KO se presentaba como el camino más corto hacia un título, pero Mourinho volvió a apostar por una defensa que concedió demasiadas opciones a su rival. Con Varane de lateral derecho y Arbeloa en la izquierda, las bandas se convirtieron en una tortura para los blancos.
Con la amenaza de Iago Aspas siempre latente, el Madrid salió en plan dominador. Los primeros minutos fueron de Xabi y Essien, que superaron a Oubiña e iniciaron varias jugadas claras para sus compañeros de ataque. Pero los blancos se mostraron con un punto de displicencia, de falta de instinto para finalizar acciones en las que sólo una defensa local se interponía entre el pasador y el posible finalizador.
Las cosas mejoraron para el Celta cuando Oubiña empezó a tener ayuda de Augusto y Krohn-Dehli, además de sus laterales, mucho más incisivos que los blancos. El Celta castigó primero el gran punto débil del Madrid, la defensa de jugadas a balón parado. Park dispuso de las mejores ocasiones para los locales, entre ellas una a la salida de un córner. Un remate en el primer palo calcado a otro que Bermejo echó también fuera un minuto antes. La defensa del Madrid volvió a dimitir en pleno.
Los goles de Bermejo y Bustos pusieron contra las cuerdas a un Madrid que acabó jugando con Varane, lesionado, jugando como '9' de emergencia
Entró Özil tras el descanso por Di María, que volvió a limitar su aportación a recibir en la banda y quitarse el balón de encima con centros al área sin ningún veneno. Ya se había ido Benzema, que resbaló en una acción del primer tiempo, cuando trataba de combinar con Cristiano sobre el mojado piso de Balaídos. La lluvia, que por momentos arreció, dio al partido el toque épico tan típico de la Copa. Bajo el diluvio llegó el gol de Bermejo, a pase de Krohn-Dehli. Nadie tapó el centro ni molestó a Bermejo, que remató sin oposición y con clase en el segundo palo.
El Madrid volvió a verse apurado, una situación en la que no acaba de mostrar el temple que se le supone a un equipo de su calibre. Pepe se hiperventiló en un saque de banda y del robo a Xabi Alonso nació la jugada del 2-0, una recuperación de Bustos que reventó el balón contra la escuadra de Adán. A esas alturas, Mourinho ya había agotado los tres cambios, con Varane como delantero centro. El francés, lesionado, buscó el gol del cojo (Callejón acabó como lateral derecho, después de salir para jugar de '9' por Benzema), pero lo halló quien más lo buscó. Cristiano se pasó la noche estrellándose contra Sergio, que firmó una gran noche, aunque no pudo evitar el gol del luso, habilitado por un buen pase de Xabi Alonso.
El gol de Cristiano rescató al Madrid de una mala noche, aunque el Celta, cosas del calendario, tendrá todo un mes para soñar con el pase a cuartos. Se lo ganó sobre el césped de Balaídos, que vivió una noche de fiesta con sabor a Copa de las de antes.

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